Al concluir la gran guerra, los supervivientes formamos tribus a orillas del río. A nosotros, los débiles, nos tocó el curso inferior, donde apenas llegaban peces. Pero subsistíamos gracias a dos reglas: nunca sumarnos a las disputas por la parte superior y estar atentos cuando los cadáveres bajasen flotando.
1 comentarios:
Muy sugerente, dan ganas de que sigas la historia, hacia atrás o hacia delante.
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