Cuelgo de la cornisa, con una multitud bajo mis
pies y la prensa a punto de aparecer. Por fin daré mi salto triunfal. Desde la
plaza, una voz arrastra al público con ella: «¡Va a quemarse a lo bonzo!»
Cabizbajo,
me descuelgo sobre mi ventana. En la tele, alguien arde y yo aplaudo
entusiasmado.
2 comentarios:
Ya es mala suerte, je je, siempre hay alguien capaz de liarla más gorda. Me hizo mucha gracia cuando lo leí en las Justas Eddy.
Abrazo.
Muchas gracias, Miguel, por pasarte y comentar.
Y enhorabuena por tu final, aunque no pudieras conseguir la victoria.
Un abrazo.
Publicar un comentario