Abrigo largo, sombrero ancho y espantosa máscara —de ojos de vidrio y pico de pájaro— cubriéndole el rostro. Negro como graznido de cuervo. Llegó antes que las noticias de la epidemia que buscaba, pero aquí no la encontró.
Al poco de marcharse empecé a notar escalofríos.
Al poco de marcharse empecé a notar escalofríos.